Sir Lawrence of Arabia

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viernes, 20 de abril de 2012

Etapa 3: Gare Ksar Sghir - Chefchaouen - Volubilis - Mulay Idrís

Despues de volver de cenar tomamos algo en el bar del hostal. Hablamos con el dueño y le preguntamos donde podiamos dejar las motos, ya que nos daba palo dejarlas en la calle.

El hombre nos dejo meterlas dentro del bar, una vez que los parroquianos se habian ido del bar.



Al dia siguiente nos levantamos pronto y tras lavarnos y vestirnos emprendimos camino a desayunar, ya que en el hostal no daban desayunos.


Aprovechamos para hacernos unas fotos con el dueño, un tio la mar de simpatico y agradable.



Deshacemos el camino del día anterior, volvemos a pasar por Tanger-Med, el desvio a Ceuta y enfilamos la carretera hacia Tetuan donde cogemos la autopista, que si mal no recuerdo cuesta 1 euro, no recuerdo los kilometros que son, pero si que aceptan euros en el control de pago.

Durante el recorrido nos vamos alejando mas de la costa y mas hacia tierra adentro al valle del rif. Si bien al principio Marruecos puede parecer desertico, en cuanto se llega al valle del rif el paisaje cambia por un verde asturiano y las vistas son muy hermosas.

Sin dejar de deleitarnos con los nuevos paisajes nos vamos aproximando a Chefchaouen. Hicimos una parada a la entrada del purblo donde haboia un puesto de ceramica marroqui, concretamente para hacer tajine.




 Llegamos a Chefchaouen y es dia de mercado, mucho trajin y trafico, hasta que llegamos a un parking en lo que parece el centro de la ciudad, creo que es la plaza del mercado. El parking es privado,  al aire libre. Dejamos las motos y los cascos ya que esta vigilado para ir a dar una vuelta por la Medina. El precio es de un euro por moto, en nuestro caso innegociable.

Atravesamos hasta la entrada de la medina despues de intentar esquivar a un monton de vendedores, limpiazapatos, buscavidas, etc. Estamos un tanto inquietos porque no conocemos el terreno y no sabemos que nos puede pasar, sentimos la desconfianza propia del viajero que esta fuera de su pais.

Al final picamos y compramos algo. Concretamente una de las costumbre, probablemente mas sanas (no se si mas higienicas) que es tomarse un zumo de naranja recien exprimido por un vendedor en la calle.


El vendedor disponde de un exprimidor de aluminio, unos vasos, un saco de naranjas de Marruecos y una palangana con agua donde residen los vasos, que son de un tamaño aproximado de un tercio. Te corta las naranjas y te las exprime delante de ti, coge un vaso y te va echando el zumo. Creo que nunca lo he tomado tan fesco. Una vez que has bebido, le devuelves el vaso, el le quita las babas dentro del agua y ala, a por otro jajajajajaja. Si eres muy tikismikis mejor no lo pidas, pero es una saludable aportacion para la hora o hora y media de andar por la Medina.

Entramos por una de las puertas que dan a La Madina, es la primera vez que entro a una. Supone retroceder 500 años. El tiempo automaticamente se ralentiza y entras en un mundo diferente gobernado por las especias y los frutos secos,las tiendas de comerciantes, la gente que pasa a tu alrededor vestida con sus tunicas, las mujeres tapadas y con velo. En fin, miles de controversias alli son naturales y al volver a España me ha hecho entender mejor algunos conceptos de la cultura marroqui.









 Compramos frutos secos, lo que antiguamente en España era un cucurucho, solo que por lo que cuesta una bolsita de aqui alli te llevas medio kilo. estan buenisimos, hechos de manera artesanal, pufdimos ver como tostaban las almendras.

Al llegar a la mitad de la medina veo una peluqueria. Uno de mis sueños era raparme el pelo y afeitarme a navaja. Les pido a mis compañeros que sigan sin mi, ya que aunque no lo llevo muy largo me molesta. El peluquero no habla español ni ingles, solo arabe y frances pero me entiende cuando por señas le digo que todo fuera.




Mis compañeros ya estan arriba del todo, asi que aprovecho para comprar unas postales, ya que desconozco cual sera la proxima ciudad con correos.

Llegamos a la parte superior de la Medina, hay varias mezquitas, en una de ellas estan con el rezo creo que del mediodia, la gente es muy religiosa y respetuosa de la religion, te avisan con educacion si puedes entrar o pasar por un sitio determinado reservado para fieles musulmanes, no como aqui que la gente entra a las iglesias en cualquier momento sin respetar a los fieles ni las indicaciones de los carteles.




Aparte de las tiendas hay numerosos restaurantes con toda la gastronomia de Marruecos y de la zona. Estan bien de precio, son mas para turistas, yo os recomendaria, si vais con tiempo que en la parte de abajo de la Medina busqueis alguno de los que van la gente de paso, son menos bonitos y menos comodos pero me paecieron más autenticos. Os adelanto que la comida es al estilo de alli, por lo que a lo mejor no os sabe igual que aqui, que esta mas al estilo de la cocina española.  




Volvemos a bajar hacia la zona comercial de la Medina, donde hay unas calles que la atraviesan donde hay numerosos locales con productos tipicos de artesania y cuero de marruecos. Como todavia tenemos mucho viaje por delante, hacemos un par de compras rapidas y salimos de la Medina. Yo me hice con una especie de gaita o dulzaina, segun el vendedor tipica marroqui, fabricada por un artesano milenario, con una madera delicadisima, etc,etc. En mi opinion una baratija, pero que iba a quedar muy bonita en mi salon por los 20 euros que me costo.




Enfrente de la Medina esta la oficina de Correos, desde donde envie unas postales a la familia y amigos. Nada mas entrar hay sentado una especie de ujier, un señor mayor con un uniforme azul el cual me dice en frances que que deseo, el enseño las postales y me pide el dinero. Como no se que hacer y tengo prisa por mis compis se lo doy y se queda con las cartas y me dice por señas que me marche.

Todo el mundo me mira como si fura un estupido turista al que han engañado y yo lo se, me preocupa que no lleguen las postales. Pero si, al final llegaron y en tiempo record. Las oficinas son como aqui en España, quitando al abuelillo este, claro.

Bajamos al parking, todo esta en su sitio y perfectamente vigilado. Pagamos y nos vamos camino a Volubilis. Estamos cada vez más cerca del desierto.



Hay un antes y un despues de Chefchaouen. A ver si consigo explicarlo, es como que es la ultima ciudad antes de entrar en otra dimension inimaginable para el viajero. Segun vamos avanzando hacia Meknes, la carretera y las ciudades no dejan de impresionarnos, no estabamos preparados para este catalogo de imagenes que no figura en ninguna guia de turismo de Marruecos. Es otra vida, otro pais, otro continente, es la percepción de que lo verdadero aun existe, y de que hay gente que el tener la ultima version del ipad le importa un pito. En resumen, se acabo el turismo y empieza el autentico viaje.








Una puntualización: llevo un mapa michelin de Marruecos en la bolsa sobre deposito y un TOMTOM One con el mapa de Marruecos en mi opinión 100% fiable (siempre que llevas la ultima actualizacion), sobre todo apara ampliar el detalle del Michelin. En este mapa vienen ademas de las carreteras principales, todas las secundarias y la mayoria de las pistas. El unico problema del TOMTOM es introducir el nombre de la ciudad ya que varia bastante, una vez que te acostumbras no hay problema.

De camino a Meknes paramos a echar gasolina, importante recordaros que no aceptan tarjetas de credito y que el precio de la gasolina es casi la mitad que en España.


 
Aprovechamos para hacer una paradita y tomar un refresco antes de seguir. Observo que la mayoria de los vehiculos que pasan son muy antiguos y los burros, desparecidos desde hace decadas de los campos de España, aqui se utilizan como vehiculo principal, me recuerdan a mi abuelo y a mi tio en Asturias cuando yo era muy pequeño.







Segumos hasta Volubilis, esta bastante bien indicado. Los europeos estamos muy mal acostumbrados, no espereis una entrada a lo "grande" sino una taquilla modesta con un paisano sentado que te ofrecera por 1 euro la entrada y que contrates un guia. Nosotros no lo contratamos, pero si vuelvo lo hare y de hecho lo recomiendo.

Son minimo dos horas recorriendo una ciudad romana que por el clima africano esta perfectamente conservada, sin azafatas y sin tiendas de camisetas y souvenirs, sencillamente puedes verlo todo a tu bola.










La visita en Volubilis se alarga y decidimos dormir en Mulay Idris en lugar de en Maknes, ya que tenemosm pactado no circular de noche.

Os aconsejo que lo hagais asi, no reserveis nada ni os marqueis rutas imposibles, simplemente dejaos llevar por el destino, en eso consiste la aventura. Relajaos, dejaos llevar y recordad el dicho marroqui: prosa mata ¡¡.

Preguntamos al taquillero de la entrada y ¡¡¡ que suerte tuvimos ¡¡¡. Tenia un primo que tenia una albergue (pension) en Mulay Idris. Llama a su primo por el movil (en todo Marruecos hay cobertura y ademas es muy barato) y quedamos con el a la entrada de Mulay Idris, donde se encuentra la parada de autobuses y taxis.

Previamente habiamos pedido que el parking fuera cerrado, cuando llegamos alli, el parking era de la pension pero en plena calle, cerrado con un candado. Nos disponemos a irnos ya con el tio delante pero nos tranquiliza ya que hay un vigiulante que nos cobrara un euro por moto toda la noche y solo tenemos que pagarle al dia siguiente. El tio viene, se sienta enfrente de las motos y asi le encontramos al dia siguiente.

El albuergue como lo llaman alli es una pension muy limpia y con agua caliente, el dueño nos muestra los exquisitos modales que tienen todos los marroquies con los extranjeros. Nos pegamos una ducha rapida y nos vamos  a dar una vuelta.

Mulay Idris me fascino, deberia ser una visita obligatoria de cualquier persona que visite Marruecos.  Es el sitio donde uno debe perderse de vez en cuando para volver a encontrarse con uno mismo.

Mientras atravesamos andando Mulay Idris y nos vamos aproximando al centro se nos acerca un cahval joven, que se nos ofrece como guia. Nos lleva a varios sitios, en uno de ellos, en la parte antigua coincidimos con unos valencianos que estaban alli de vacaciones, aunque a mi me parecio que estaban de "negocios" no muy legales.

Un poco acojonados porque estabamos bastante lejos de España, en una ciudad que no teniamos planeada y que nos embujaba a cada uno con su hechizo y que segun se iba haciendo mas tarde y mas tarde mas ganas teniamos de caminar y perdernos por ella, finalmente decidimos ir al centro y comer en un tenderete de carnes habitual en Marruecos.


Estos tenderetes consisten en pinchos morunos de cordero o tajin de poolo/cordero, pocos platos mas podras pedir. En todos hay Coca Cola y agua embotellada. Lo hacen delante de ti, tanto la mezcla de las carnes y las verduras como el asado en carbon. Simplemente eliges lo que quieres y el tio te lo hace.



Tambien te hacen una especie de ensaladas y el pan es parecido al que ponen en los restaurantes indios, similar a una torta, que esta buenisimo.



 Despues de cenar nos acercamos hasta un cafe en el que solo habia hombres. Las mujeres es costumbre que no frecuenten los bares ni cafeterias, ya que es una sociedad muy machista. Pedimos te moruno, ya que solo sirven cafe, te e infusiones y refrescos o zumos. El alcohol esta prohibido en la gran mayoria de establecimientos (es un pais islamista), ademas de ser muy caro.


 Al día siguiente desayunamos en la parte superior del albergue, desde donde admiramos la parte alta de Mulay Idris y nos preparamos para nuestra siguiente ruta hacia la puerta del desierto.




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